miércoles, 13 de abril de 2011

de quien cuidarnos

Los comentarios del periodista eran muy interesantes. Su nota se titulaba “opositores de sí mismos” y desarrollaba las idas y vueltas de las internas que se organizan en los diferentes partidos políticos. Frases como “...dijo una verdad a medias... se había comprometido a abandonar el hábito de... consideraban que no podían esperar más tiempo y darle ventaja a... habían anunciado… y también fracasó... Finalmente... decidió decir que no había tenido tiempo de comunicar y concientizar... somos poco serios... nuestra interna será un fiasco... tenemos que sentarnos y negociar...” Y finalizaba diciendo sobre el que parecía el candidato más fuerte: “no tuvo que hacer nada para dañar a la oposición. Sin embargo ya puede disfrutar de un espectáculo en que sus opositores se oponen a sí mismos”


Leer esto trajo a mi memoria algunos pasajes de la Palabra de Dios que nos hablan de la existencia de un gran enemigo espiritual de los hijos de Dios:


•“Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8)


Sin embargo, muchas veces consideramos que el enemigo nos afecta cuando en realidad somos nosotros mismos quienes lo hacemos:


•“Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dos no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte” (Santiago 1:13-15)


•“...despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia...” (Hebreos 12:1)


•“Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia... porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató... Porque lo que hago no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago... de manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo...” (Romanos 7:7-24)


Hay una manera de evitar transformarnos en espectáculo de nuestro enemigo:


•“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Marcos 14:38) •“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13)


•“Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros” (Tito 2:7-8)


El Plan de Dios para nuestras vidas es que avancemos hacia la madurez espiritual creciendo cada día en conocerle más a Él para alejarnos, de esa manera, del engaño del enemigo y del error que puede traernos una vida centrada en el egoísmo y la pecaminosidad... Alguien dijo que "cuando somos inmaduros queremos conquistar el mundo, pero cuando maduramos procuramos conquistar nuestro propio ser"


Recordemos: Debemos cuidarnos de nosotros mismos, para no ser derrotados...


http://www.daresperanza.com.ar/

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